En la actualidad, cada vez es más común oír que alguien es intolerante a la lactosa ya que ha aumentado el número de personas que la sufren. Aunque se puede llegar a pensar que es algo de moda, es una intolerancia que viene de muchos siglos atrás, dónde aunque no se diagnosticaba como tal, muchas personas sufrían síntomas intestinales después de tomar lácteos.
La lactosa es el azúcar de la leche, la cuál es simplificada y absorbida por el cuerpo humano gracias a una enzima presente en el intestino denominada lactasa. Cuando el organismo tiene niveles bajos de esta enzima o no realiza su labor correctamente, se incapacita la asimilación de la lactosa, por lo que estamos ante un caso de intolerancia a la lactosa.
Existen varios tipos de intolerancia a la lactosa, esta puede ser a causa de una deficiencia primaria, secundaria o congénita.
En el primer caso, la pérdida de la producción de la lactasa es gradual y suele darse a lo largo de la vida aunque tiene una causa genética.
En el segundo la disminución de producción de esta enzima está provocada por alguna causa o enteropatía concreta en un momento determinado y la intolerancia desaparece una vez se ha regenerado la mucosa intestinal.
En el último caso, menos común, la persona presenta síntomas ya con la ingestión de la leche materna, ya que está provocada por un defecto genético.
¿Cuáles son los síntomas?
Se debe tener en cuenta que tanto los síntomas como su intensidad varían en función del nivel de lactasa de la persona, la cantidad, tipo o acompañamiento de lácteo que ha ingerido, así como características del organismo de cada uno:
- Dolor y distensión abdominal
- Flatulencia
- Náuseas y vómitos
- Alteraciones del tránsito intestinal
¿Cómo puedo saber si soy intolerante a la lactosa?
Cuando empiezan a aparecer síntomas, es recomendable que acudas cuanto antes a un especialista, ya que es importante diagnosticarla a tiempo, previniendo así problemas de salud más severos.
Para su diagnostico se suele realizar un análisis genético o bien un test sanguíneo de tolerancia que se realiza posteriormente a la administración de lactosa.
¿Qué debo hacer si lo soy?
En el momento en el que diagnostica, es importante que bajo supervisión profesional, sigas una dieta equilibrada con una moderación de la ingesta de la lactosa (si no existe sintomatología no es necesario eliminarla por completo). Además, es recomendable que cuides la flora intestinal con suplementarían y probióticos para asegurar un buen estado de tu sistema digestivo y tu organismo.
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