Los trabajos verticales son aquellas técnicas de acceso y posicionamiento mediante cuerdas, anclajes y dispositivos, que funcionan junto a sistemas anticaídas y otro tipo de accesorios específicos que permiten acceder y llevar a cabo un tipo de trabajo que requiere de altura o de profundidad, como pueden ser excavaciones o pozos. Los trabajos verticales presentan muchas ventajas y también los trabajos de altura, vamos a ver a continuación en qué se diferencian:
Cuando hablamos de trabajo en altura, en cambio, nos referimos a trabajos que se realizan a una altura que supera los dos metros y que se llevan a cabo en actuaciones diversas, como pueden ser tareas de mantenimiento, construcción, reparación o restauración y rehabilitación de edificios o bien obras de arte, por ejemplo. También podrían utilizarse para el montaje de estructuras, limpiezas especiales, etc. En este caso, pueden darse en distintos escenarios, como es el trabajo en andamios, escalera, postes, cubiertas, plataformas o vehículos especiales.
¿Qué escenarios pueden presentarse para emplear trabajos verticales?
Los trabajos verticales pueden darse en distintos escenarios, como por ejemplo un árbol o cualquier tipo de objetos naturales, construcciones de diques, puentes o fachadas de edificios, lugares concretos y especiales como espacios confinados o de difícil acceso, subsuelos, como conductos de ventilación o cañerías de abastecimiento e instalaciones, como estructuras, torres de telecomunicación, líneas eléctricas aéreas, aerogeneradores, etc.
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